11 de nov. de 2013

¡CASTIGADO! ESTA SEMANA NI ENTRENAS, NI HAY PARTIDO, ASÍ APRENDERÁS….

PUBLICADO EN puntofuertebalonmano.wordpress.com por Kike "kikecoach" Fernández, basado en un artículo de la psicóloga Yolanda Cuevas Ayneto.
¡CASTIGADO! ESTA SEMANA NI ENTRENAS, NI HAY PARTIDO, ASÍ APRENDERÁS…. 
Todos conocemos esta frase pero, ¿sirve de algo? Sabemos la gran lista de beneficios físicos que tiene el deporte:
- fortalece los músculos y huesos.
- previene la obesidad. 
- previene el riesgo de enfermedades tales como la diabetes.
- puede corregir posibles defectos físicos.
- ayuda a coordinar movimientos.
- estimula la higiene y la salud.
- duermen mejor…
Pero, ¿y cómo herramienta educativa y psicológica? El cerebro de un niño/a deportista es más activo, la atención y la concentración toman protagonismo, escuchan, asimilan, actúan según directrices de sus entrenadores y a la vez se centran en movimientos sin perder de vista a sus compañeros. Es su día a día en el entrenamiento.
Su práctica fomenta el ser perseverante, tolerar el error propio y el de los compañeros y aprender de ellos como parte del proceso de  aprendizaje. Los niños se sienten de este modo protagonistas activos de su aprendizaje repercutiendo de una manera valiosísima en su autoconfianza, autoconcepto y autoestima,compañeros de viaje a lo largo de todas sus vidas. 

Cada día que privas a tu hijo/a de la práctica deportiva impides su desarrollo físico, mental y de su larga lista de beneficios. Desde pequeños la clave es establecer los límites con firmeza y alternativas educativas ingeniosas para que el castigo sea la excepción y no la regla. En muchos casos, el castigo extingue la conducta de manera puntual,pero la raíz del problema no se soluciona y muchos niños/as siguen “haciéndola” cuando pueden o cuando creen que no les ven.
El castigo de moda: “Te dejo sin…” Está demostrando que no es efectivo y de allí conocidas expresiones: “le da igual que le deje sin…” Porque para que sea castigo educativo tiene que suponerle un esfuerzo, algo que le ayuda a autocontrolarse. Si le castigas sin ir a entrenar no sólo no hace el esfuerzo que tenía que hacer para desplazarse, sino que además deja de hacer lo que estaba haciendo, no cumple con el compromiso que tiene con sus compañeros etc… Es decir, estás fomentando la no responsabilidad. Reflexión: pautas claras y dialogo en el momento adecuadopara transmitir las normas es la clave para un nuevo comienzo.
Aprenden a socializarse con nuevos compañeros, a ganar y compartir triunfos, a perder y saber tolerar la frustración, a experimentar emociones, a controlar la impulsividad en unos casos y vencer la timidez en otros, a reducir la ansiedad; a respetar las normas, al entrenador, a los jugadores rivales y a los árbitros. Aprenden a aumentar su confianza (porque de cada uno depende el resto del equipo),  se crean lazos de ayuda entre ellos, se fomenta la colaboración, se promueve una mejor gestión del tiempo al tener que estudiar o hacer deberes, les enseña a fijar metas, les desarrolla habilidades como el pensamiento estratégico, la capacidad de liderar, se les desarrolla pertenencia a un grupo con intereses y objetivos comunes, se les enseña a ser responsables y a cumplir con lo que uno se compromete y se comienza a desarrollar el hábito deportivo.
Entonces, desde mi punto de vista como padre, como entrenador y como coach deportivo, ¿qué ganas castigando a tu hijo sin entrenar o jugar? ¿tendrá más tiempo para estudiar? Posiblemente sí, pero ¿usará ese tiempo para ello? Los expertos dicen que hay un límite, que cada 45 minutos se debe dar un descanso, ¿entrenando a media tarde en lo que les gusta y les motiva? Si tu hijo está muy comprometido con el grupo, con su deporte, con darlo todo entrenando…
¿Qué mensaje le estamos dando si le quitamos, por ejemplo, el partido? ¿se ha esforzado? ¿ha cumplido con su compromiso? ¿crees que debería obtener su premio y apoyarlo el sábado en la competición? El día es sobradamente largo para que dé tiempo a todo, sólo hace falta un plan de acción para que organicen su tiempo, para que aprendan a hacerlo. Dejemos que desarrollen su talento, que experimenten para encontrarlo. No digo que vivan del deporte y menos del nuestro, aunque quién sabe s¡ algunos se ganarán la vida con esto el día de mañana…ya sea jugando, entrenando, arbitrando etc.  Lo que sí creo es que esta forma de aprendizaje les puede aportar otras muchas cosas en su vida.
Nuestra educación está hecha para sacar personas en serie con un pensamiento y habilidades comunes. Empecemos a dejar volar el talento de las personas para que luchen por sus sueños. ¿Os preguntáis que notas sacaban Rafa Nadal, Miguel Induráin, Michael Phelps, etc…? ¿Y si sus padres hubieran coartado su talento por un par de suspensos de mates? Lo que la sociedad se hubiera perdido…
Pensar que cuando castigáis a vuestro hijo, castigáis a todo el grupo: al entrenador y a los padres que no lo hacen. Porque todos somos una gran familia con la que nos comprometemos al inicio de la temporada y si un miembro de ella falla, todos lo sufrimos.

4 comentarios:

  1. Yo como abuelo, y siguiendo muy de cerca las actividades de mis nietos convivo mucho con los padres. Y si bien todos les encanta que gane el equipo donde juega su hijo, dicho encanto se acrecenta cuando su vastago es protagonista y decrece en la misma proporción que cuando deja de serlo. Los niños tienen y viven el espir.itu de equipo. Saben que forman parte de un colectivo y que, si bien todos quieren jugar cuanto mas tiempo mejor, saben que no todos pueden hacerlo, que exiten rotaciones y que en virtud de la calidad del contrario algunos tendrán menos minutos que en otros encuentros. Pero, ¿los padres ademas de saber esto lo aceptan?. Si su niño no juega o juega poco, y ademas pierden, rezongan contra todo y contra todos. Si el equipo gana lo acepta pero no se va satisfecho.
    Consecuencia de todo lo anterior son las situaciones que se describen arriba- Cuando un niño empieza a formar parte de un equipo, personalmente estimo que antes del primer entrenamiento se tendría que realizar una reuniçon con los padres (ambos) de los niños que forman ese equipo y explicarles l,o que implica que su hijo forme parte del mismo. Decirle a que se compromenten y a que tienen que mantener ese compromiso y que si no lo aceptan lo mejor es que su hijo se involucre en un deporte inidividual en el caia su ausencia po presencia solo beneficie o perjudique a el solo..- Pepe Doce . .

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    1. Gracias por leernos y por comprender lo que es "deporte de equipo", cosa que a parte de los mayores les cuesta.

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  2. bueno , depende de muchos factores , sí tienes un hijo que le encanta hacer una actividad y le castigas con no realizarla un día o una semana y dependiendo de la base educativa del niño , normalmente se consiguen resultados , siempre y cuando sea esporádico . Y discrepo en eso de que castigas tambien al grupo , igual se beneficia el grupo de ese inconveniente corregido.

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  3. Un saludo y gracias por el interés y difusión.
    Destacar la importancia de normas y límites y no al castigo abusivo o generalizado en contra d el apráctica deportiva.

    Yolanda Cuevas Ayneto
    Psicóloga de la salud y el deporte
    @YolandaCuAy
    www.yolandacuevaspsicologa.wordpress.com

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